Las dilaciones indebidas en el proceso

DILACIONES INDEBIDAS

El atenuante de dilaciones indebidas es un concepto jurídico indeterminado. La reforma del Código Penal de la LO 5/2010 de 22 de junio es la que lo introduce.

La dilación indebida se encuentra regulado en el apartado 6º del artículo 21 del CP.

La encargada de esclarecer la situación de las dilaciones indebidas fue la Sentencia del Tribunal Supremo número 213/2011 de 6 de abril.

En la cual se puede reducir la responsabilidad penal del sujeto activo del delito si ha transcurrido un tiempo excesivo.

Los procesos públicos deberán transcurrir sin dilaciones indebidas como queda reflejado en el artículo 24 de la Constitución Española.

La jurisprudencia de la Sala de lo Penal del TS determina frecuentemente que la pena impuesta al sujeto activo del delito debe ser computada por la pérdida del derecho a ser enjuiciado en un proceso sin dilaciones indebidas.

Por lo que se respetaría el principio de proporcionalidad entre la gravedad de la pena y la gravedad de la culpabilidad.

La sentencia del TS que permite apreciar el atenuante se basa en el criterio del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. En relación con el art. 6 del Convenio para la Protección de Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales.

Según este criterio, el TS  determina unas circunstancias relevantes en la aplicación del atenuante:

– El proceso debe de ser complejo
– La duración de los procesos con la misma naturaleza deben de encuadrarse en unos márgenes ordinarios.
– El sujeto que invoca la dilación indebida arriesga su interés.
– Valoración de la conducta procesal de la parte en el proceso que pide el atenuante.
– Debe atenderse a la conducta procesal que tienen los órganos jurisdiccionales según los medios que se disponga.

El Tribunal Supremo exige que el atenuante de dilaciones indebidas se deba denunciar previamente en el escrito de defensa, para que posteriormente pueda alegar dicha  circunstancia.

Por lo que se daría la oportunidad al órgano jurisdiccional de intentar solucionar esta situación.

El propio Tribunal Supremo dictamina que la dilación indebida es un concepto indeterminado y abierto. Por lo que debe atender a cada caso concreto para demostrar si es oportuno considerarlo.

Debe de realizarse un estudio caso por caso valorando si se ha producido una “efectiva lesión”. Es decir, un perjuicio originado por el retraso del enjuiciamiento

Si el Tribunal admite que estamos ante un caso de dilaciones indebidas. Este de comprobar si estamos ante un caso de dilación indebida simple o muy cualificada. Para ello se atiende al plazo de duración del proceso.

En el caso de que se haya paralizado el proceso por un periodo de tiempo considerable (más de cinco años), estaremos ante una dilación indebida muy cualificada. En caso contrario, estaremos ante una dilación indebida simple.

Existen multitud de sentencias en las que se ha apreciado el atenuante de dilaciones indebidas.

La Sentencia dictada por la Audiencia Provincial de León (Sección 3º) de 25 de abril 2014. Sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife (Sección 5ª) de 11 abril de 2014. Sentencia dictada por el Tribunal Supremo Sala 2ª, nº890/2013, en este ultimo caso se aplico el atenuante como muy cualificada.

Sin embargo, no todos los órganos jurisdiccionales tratan el atenuante de dilación indebida de la misma forma.

Ya que el Tribunal Supremo solventa este atenuante mediante una reducción de la pena en uno o dos grados, tal y como establece el artículo 66 CP. Mientras que la jurisprudencia del Tribunal Constitucional soluciona el atenuante mediante una indemnización a la parte afectada en el proceso.

Si su procedimiento penal tiene un retraso por causas que no sean imputables al procesado, sino al propio órgano jurisdiccional, esta situación podría ser alegada como un atenuante durante el juicio correspondiente.